La NASA probará este sábado su primer platillo volante pensado para el viaje a Marte que prepara la agencia espacial. Lo de platillo volante es por su aspecto, y la propia NASA lo admite. En realidad se trata de un Desacelerador Supersónico de Baja Densidad (LDSD, en sus siglas en inglés) y es un aparato diseñado para el transporte y depósito de cargas pesadas sobre el suelo del Planeta Rojo.
Según explica el gerente del proyecto Mark Adler en la web de la NASA, “usamos un globo de helio para levantar nuestro vehículo a 36.580 metros. Y desde allí, lo dejamos caer durante un segundo y medio. Luego, solo debe adquirir altura y velocidad. Y después debe frenar”. El vehículo, apenas una fracción de segundo después de empezar a caer, deberá activas sus cuatro propulsores para estabilizarlo. En la prueba de este sábado, el objetivo es que el LDSD llegue a la estratosfera.
Para Ian Clark, principal investigador del proyecto, la definición de éxito es “lograr una altitud y una velocidad que simulen la clase de ambiente con la que uno de nuestros vehículos se encontraría al volar en la atmósfera marciana”.
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