martes, 12 de mayo de 2015

NASA obtiene nuevos datos de los misteriosos puntos brillantes de Ceres.

A través de la sonda Dawn, científicos de la agencia concluyeron que las zonas están formadas por puntos más pequeños. Si bien no se sabe de qué son, se piensa que podría ser hielo.

Antes de terminar su trabajo en junio de 2016, Dawn realizará dos acercamientos más a Ceres, quedando a mil 450 kilómetros y 370 kilómetros de su superficie, respectivamente.(Foto: Archivo EL UNIVERSAL)

La sonda Dawn de la NASA sigue acercándose a Ceres, el planeta enano ubicado en el cinturón de asteroides que estre Marte y Júpiter, obteniendo más información sobre losmisteriosos puntos brillantes detectados en su superficie hace un tiempo.
Nuevas imágenes capturadas entre el 3 y 4 de mayo a una distancia de 13 mil 600 de la superficie de Ceres muestran que las zonas brillantes están formadas por puntos más pequeños, algo que no se había podido observar previamente.
Pese al avance, todavía no hay claridad sobre la composición de estos puntos, aunque hay algunas teorías.
"Los científicos de Dawn pueden concluir que el brillo intenso de estos puntos se debe a lareflexión de la luz solar por un material altamente reflectivo en la superficie, posiblemente hielo", indicó Christopher Rusell, investigador principal de la misión Dawn en la Universidad de California, Los Angeles, al sitio del Jet Propulsion Lab de la NASA.
La misión Dawn, lanzada en septiembre de 2007, tiene un costo de 466 millones de dólares. Entre julio de 2011 y septiembre de 2012 estudió el protoplaneta Vesta y desde marzo orbita alrededor de Ceres.
El pasado 9 de mayo concluyó su primera etapa de observación, iniciando un descenso hacia la segunda ubicación, que lo dejará a 4 mil 400 kilómetros de la superficie.
Antes de terminar su trabajo en junio de 2016, Dawn realizará dos acercamientos más a Ceres, quedando a mil 450 kilómetros y 370 kilómetros de su superficie, respectivamente.

Fuente: El Universal, Mayo 2015.

lunes, 11 de mayo de 2015

El Ferrari del espacio.

El diseñador de la marca de autos italiana, Flavio Manzoni, ideó éste prototipo de una nave espacial futurista.



Fuente: Muy Interesante, Mayo 2015.

La NASA estudia fabricar un calamar gigante robótico para buscar vida en una luna de Júpiter.

Los científicos cree que el mar interior de Europa es una de las mejores incubadoras alienígenas en el Sistema Solar.


La NASA ha presentado un nuevo proyecto con el que se pretende buscar vida en los océanos subterráneos de la luna de Júpiter, Europa. Se trata de una de las 15 iniciativas presentadas dentro del concurso Conceptos Avanzados e Innovadores de la NASA (NIAC) y consiste en un robot con forma de calamar gigante con una antena corta en su parte posterior que obtendría energía a partir de la carga local de los campos magnéticos.
El plan de la NASA para explorar la luna de Júpiter Europa incluye enviar un robot con forma de calamar gigante.

Según explica la agencia espacial estadounidense en su página web, el NIAC pretende convertir la ciencia ficción en un hecho científico a través del desarrollo de tecnologías pioneras. «Las últimas selecciones incluyen una serie de conceptos interesantes», ha apuntado Steve Jurczyk, directivo de la NASA en Washington. Durante la presentación de esta propuesta, el experto explicó que el objetivo de este rover es permitir la exploración de las lunas gigantes gaseosas como Europa, que tienen océanos bajo su superficie.
Aproximadamente del tamaño de la Luna de la Tierra, Europa es estructuralmente como un bombón de chocolate relleno de licor, con un océano líquido a unos 100 kilómetros de profundidad. Los científicos han pensado durante mucho tiempo que ese mar es una de las mejores incubadoras alienígenas en el Sistema Solar.
«Proponemos una arquitectura móvil para la luna Europa y otros ambientes planetarios, donde la robótica permite misiones de investigación científica o humano-precursoras que no se puede lograr con la energía solar o nuclear» ha apuntado uno de los científicos que ha desarrollado este proyecto, Mason Peck, de la Universidad de Cornell.
En cuanto a la similitud de esta estructura con el físico de un calamar, el experto apunta que los tentáculos que posee pueden servir tanto como amarres electrodinámicos, como para ejercer de medio de propulsión. «Este trabajo evaluará la posibilidad de que cualquier vida en Europa pueda ser alimentada por energía electromagnética, con implicaciones singulares para la astrobiología», ha indicado.
Pero no es el único proyecto, otra propuesta se centra en un satélite que navega como una cometa a través de la estratosfera inferior sin necesidad de propulsión. La NASA explica que un aparato de este tipo podría permanecer en la estratosfera durante años, haciendo el trabajo de los satélites actuales a una fracción del costo.
El concurso NIAC está actualmente en fase de planificación de proyectos muy temprana. Cuando se comience con la selección, los ganadores de la Fase I obtendrán alrededor de 100.000 dólares para llevar a cabo un estudio de definición y análisis de nueve meses de su idea. Los grupos que pasan a una segunda estapa de viabilidad de proyectos podrán solicitar 500.000 dólares que incluyen dos años adicionales de desarrollo de concepto.
Fuente: ABC, Mayo 2015.

Telescopio de la NASA detecta explosión irregular de estrella masiva.


El telescopio NuSTAR de la NASA encontró evidencias de que una estrella masiva explotó de una manera desequilibrada, expulsando material en una dirección y el núcleo de la estrella en otra.

Los resultados ofrecen la mejor prueba de que las explosiones de estrellas de este tipo, llamado Tipo II o supernovas de colapso de núcleo, son asimétricas, un fenómeno que había sido difícil de probar hasta ahora, informó la NASA en un comunicado.

NuSTAR encuentra la 'pistola humeante' en forma de radioisótopo llamado titanio-44. TWITTER / @NASANuSTAR


"Las estrellas son objetos esféricos, pero al parecer el proceso por el cual mueren provoca que sus núcleos se vuelvan turbulentos, hirviendo y dando vueltas en los últimos segundos antes de su desaparición", dijo Steve Boggs, de la Universidad de California, Berkeley, autor principal del estudio.

El remanente de supernova del estudio, llamado 1987A, está a 166 mil años luz de distancia y la luz de la explosión que creó el remanente se hizo visible desde la Tierra en 1987, detalló el texto de la NASA.

Mientras otros telescopios encontraron indicios de que esta explosión no era esférica, NuSTAR encontró la "pistola humeante" en forma de un radioisótopo llamado titanio-44, añade.

"El titanio se produce en el corazón mismo de la explosión, por lo que traza la forma del motor que impulsa el desmontaje de la estrella", dijo Fiona Harrison, investigadora principal de NuSTAR en el Instituto de Tecnología de California en Pasadena.

"Al observar el cambio de la energía de los rayos X procedentes de titanio, los datos de NuSTAR revelaron que, sorprendentemente, la mayor parte del material se está alejando de nosotros", indicó.

La NASA mencionó que cuando la supernova 1987A primero iluminó los cielos de la Tierra hace décadas, los telescopios de todo el mundo tuvieron la oportunidad única de ver cómo se desarrolló y evolucionó este evento.

Destacó que NuSTAR trajo una nueva herramienta para el estudio de 1987A, gracias a la fuerte visión de rayos X de alta energía del observatorio, ha hecho mediciones más precisas de titanio-44.

Este material radiactivo se produce en el núcleo de una supernova, lo que proporciona a los astrónomos una sonda directa en los mecanismos de una estrella detonada, subrayó.

"Estas explosiones son impulsadas por la formación de un objeto compacto, el núcleo restante de la estrella, y esto parece estar asociado a que el núcleo de voladura salga en una dirección, y el material expulsado en otra", dijo Boggs.



Fuente: El Informador, Mayo 2015.
Una galaxia “extraordinariamente luminosa”, según la califican los científicos, y situada a más de 13.000 millones de años luz de distancia, ha sido descubierta por un equipo de investigadores de EE UU, Gran Bretaña y Holanda que ha logrado medirla y caracterizarla con exactitud. Se denomina EGS-zs8-1 y es la galaxia más lejana que se ha medido jamás, afirman los astrónomos, que han utilizado en este trabajo uno de los dos grandes telescopios Keck, de espejo de 10 metros de diámetro, situados en Mauna Kea (Hawai). Cuando la galaxia emitió la luz que ahora se capta en los observatorios terrestres, habían transcurrido solo unos 670 millones de años desde el Big Bang inicial (la edad actual del cosmos es de 13.800 millones de años, según los datos del telescopio espacial europeo Planck), señala Pascal Oesch, de la Universidad de Yale, líder del estudio. Con aproximadamente el cinco por ciento de su edad actual, “el universo era todavía muy joven”, añade. Pero “ya esa galaxia había acumulado una masa equivalente a más del 15% de la de la Vía Láctea hoy”. Y se estaban allí formando estrellas a un ritmo unas 80 veces superior al de nuestra galaxia actualmente.

Los dos telescopios Keck, de espejo principal de 10 metros de diámetro, en el Observatorio de Mauna Kea (Hawai). / ETHAN TWEEDIE


"El récord anterior de distancia de una galaxia correspondía a 697 millones de años después del Big Bang, así que el nuevo récord significa sólo unos 30 millones de años más joven", explica Oesch a EL PAíS por correo electrónico. "Pero ha sido muy difícil, nos ha llevado un año y medio romper el récord anterior y, por ahora, solo conocemos un puñado de galaxias que estén a más 13.000 millones de años luz. Además, nuestro galaxia es más brillante y casi diez veces más masiva que la del récord anterior", recalca.
La galaxia de récord  fue identificada inicialmente con los telescopios espaciales Hubble y Spitzer (de infrarrojo). Pero Oesch y sus colegas han logrado medirla con precisión gracias a un instrumento astronómico (el Mosfire, o Espectrógrafo Multiobjeto de Exploración en infrarrojo) del telescopio Keck I. "Nos permite estudiar varias galaxias al mismo tiempo, por lo que es mucho más eficaz que los instrumentos anteriores, con los que teníamos que estudiarlas de una en una", continúa Oesch. "Con el Mosfire podemos, por lo tanto, hacer observaciones mucho más profundas para un número mayor de galaxias en el mismo tiempo de observación, lo que nos permite detectar características más débiles que antes".
En cuanto a cómo de primitivas esperan los científicos que pueden llegar a ser las galaxias, cuándo empezarían a formarse en la historia del cosmos, el científico de la Universidad de Yale responde: "Esto se está investigando y es una cuestión en la que se trabaja muy activamente; sin embargo, los modelos teóricos predicen que las primeras galaxias en el universo se formarían alrededor de 200 o 300 millones de años tras el Big Bang". Lo que está claro, recuerda, es que las estrellas se formaron antes que las galaxias, que son colecciones de muchas estrellas unidas por las fuerzas gravitacionales. "Las primeras estrellas, de nuevo según los modelos teóricos, se formarían alrededor de 100 o 200 millones de años tras el Big Bang".
Fotografía de la galaxia EGS-zs8-1, las más lejana que se ha medido hasta ahora. / NASA, ESA, P. OESCH AND I. MOMCHEVA (YALE UNIVERSITY), AND THE 3D-HST AND HUDF09/XDF TEAMS

La medición de las galaxias a estas distancias extremas y la caracterización de sus propiedades es un gran objetivo de la astronomía para la próxima década, señala el observatorio Keck. Estas observaciones de EGS-zs8-1 corresponden a una época en que el universo estaba sufriendo cambios importantes: el hidrógeno intergaláctico pasaba de neutro a estar ionizado. “Parece que las estrellas jóvenes de las galaxias tempranas como EGS-zs8-1 fueron el motor principal de esa transición llamada reionización”, explica Rychard Bouwens, de la Universidad de Leiden (Holanda), coautor del trabajo.
“Uno de los descubrimientos más descollantes del Hubble y el Spitzeren los últimos años es el inesperado número de estas galaxias muy brillantes en una época próxima a cuando se formaron las primeras. Todavía no comprendemos del todo qué son y qué relación tienen con las muy abundantes galaxias débiles”, señala Garth Illingworth, profesor de astronomía de la Universidad de California en Santa Cruz en un comunicado de esta institución.
Como solo se han medido con precisión las distancias a unas pocas galaxias del universo primitivo, “cada confirmación añade otra pieza al rompecabezas de cómo las primeras generaciones de galaxias se formaron en el universo temprano”, añade, Pieter Van Dokkum (Universidad de Yale). “Solo los mayores telescopios son suficientemente potentes para llegar a esas distancias”.
Las observaciones de los objetos del universo primitivo realizadas con los observatorios Keck, Hubble y Spitzer, plantean nuevas preguntas, apuntan los científicos. Por un lado se confirma que existieron grandes galaxias en el cosmos temprano, pero sus propiedades físicas eran muy diferentes de las que actualmente se observan alrededor de la nuestra. “Los astrónomos ahora tienen una evidencia sólida de que los colores peculiares de las galaxias primitivas que se aprecian en las imágenes del Spitzer se deben a un rápido proceso formación de estrellas masivas jóvenes que interactúan con el gas primordial de esas galaxias”, señalan los expertos del Observatorio Keck.
En realidad, lo que los científicos determinan al hablar de distancia es un parámetro denominado corrimiento al rojo (z), que indica el desplazamiento de la luz emitida por la galaxia hacia mayores longitudes de onda del espectro electromagnético debido a que se está alejando en el universo en expansión. Así, cuanto más distante en el cosmos es el objeto celeste, mayor es su corrimiento al rojo, o z. Oesch y sus colegas han determinado para EGS-zs8-1 un valor de z de 7.73 (unos 670 millones de años después del big Bang), mientras que el récord anterior estaba en z = 7.50, es decir, unos 697 millones de años,  señala Oesch, . Los investigadores presentan hoy oficialmente su investigación en la revista Astrophysical Journal Letters, y la habían adelantado en la web Arxiv.org.
Varios centenares de galaxias candidatas a distancias extremas han sido identificadas “gracias a la excepcional sensibilidad en el infrarrojo cercano de la cámara WFC3 del telescopio Hubble”, señalan los investigadores en su artículo. Pero “actualmente solo para un puñado de galaxias normales se han medido con certeza a z superior a 7”, añaden.
El Instituto Científico del Telescopio Espacial, en Baltimore (EE UU), que se encarga del Hubble y del futuro James Webb (JWST), que está en construcción, recalca que cuando este último se lance al espacio, en 2018, se abrirán enormes posibilidades de realizar emocionantes descubrimientos. “Además de desplazar la frontera cosmológica hacia tiempos aún más tempranos, el JWST será capaz de diseccionar la luz de la galaxia EGS-zs8-1 y proporcionará a los astrónomos muchos más detalles de sus propiedades.

Fuente: El País, Mayo 2015.

Un viaje a Marte podría volver locos a los astronautas.

¿Qué le sucedería al cerebro de un astronauta tras un largo viaje interplanetario, como por ejemplo a Marte? Nada bueno, según un artículo recién publicado en la revista Science Advances por un grupo de expertos de la Universidad de California en Irvine. De hecho, sus cerebros serían bombardeados sin descanso por partículas destructivas que podrían afectar, para siempre, a sus sistemas cognitivos.
 

Charles Limoli y sus colegas hallaron que la exposición a partículas muy energéticas (la mayoría de las cuales proceden de rayos cósmicos y que bombardean a los astronautas durante sus misiones) son capaces de causar daños significativos al sistema nervioso central, desembocando después en graves alteraciones cognitivas. La mayor parte de las partículas que forman los rayos cósmicos son restos de la explosión de estrellas en forma de supernovas.
“No son buenas noticias para los astronautas desplegados para un viaje de dos o tres años a Marte -explica Limoli, profesor de oncología radiactiva de la Escuela de Medicina de la Universidad de California-. Disminución en el rendimiento, déficits de memoria y pérdida de conciencia y enfoque durante los vuelos espaciales podrían afectar a las actividades críticas de la misión, y la exposición a estas partículas podría tener, además, consecuencias negativas a largo plazo que afectarían a la cognición durante toda la vida”.
Para el estudio, un grupo de roedores fue sometido a una radiación con partículas cargadas similar a la que recibirían los astronautas durante su viaje. Los experimentos se llevaron a cabo en el Laboratorio de Radiación de la NASA en el Laboratorio Nacional Brookhaven.
Los investigadores hallaron que la exposición a estas partículas provocaba inflamación cerebral, lo que interrumpía la transmisión de señales entre neuronas. Las imágenes revelaron cómo la red de comunicaciones cerebral se alteraba a través de reducciones en la estructura de las células nerviosas (dendritas). Además de estos cambios estructurales, otras alteraciones sinápticas contribuían también para interferir con la capacidad de las células nerviosas para transmitir señales electroquímicas de manera eficaz. Por último, estas diferencias se unían a la disminución del rendimiento en las tareas relacionadas con el aprendizaje y la memoria.
Disfunciones cognitivas de este tipo suelen observarse en pacientes con cáncer cerebral que han recibido más de un tratamiento con radiación en dosis muy elevadas. En otra investigación, Limoli ya había estudiado el impacto de la quimioterapia y la radiación craneal en los procesos cognitivos.
Según Limoli, aunque el deterioro cognitivo en los astronautas tardaría varios meses en manifestarse, el tiempo necesario para una misión a Marte es más que suficiente para que estos déficits se desarrollen. Los astronautas que trabajan durante largos periodos en la Estación Espacial Internacional no están sometidos al mismo nivel de bombardeo de rayos cósmicos, ya que siguen estando bajo el manto protector de la magnetosfera terrestre.
El trabajo de Limoli forma parte del programa Human Research, de la NASA, uno de cuyos fines es, precisamente, investigar cómo la radiación espacial puede afectar a los astronautas y buscar la forma de evitar estos efectos, que constituyen un importante freno para la futura exploración humana del espacio.
¿Qué puede hacerse para proteger a los humanos durante un viaje a Marte?
Según Limoli, una solución parcial sería que la nave contara con zonas altamente reforzadas y protegidas, en especial las destinadas al descanso y ocio de la tripulación. Sin embargo, las partículas de radiación cósmica, altamente energéticas, atravesarían la nave espacial igualmente y “en realidad no hay forma de escapar de ellas”.
Otra esperanza podría ser la de someter a los viajeros espaciales a tratamientos preventivos. “Estamos trabajando en estrategias farmacológicas basadas en compuestos que eliminan los radicales libres y protegen la neurotransmisión -afirma Limoli-. Pero están aún en fase de desarrollo”.

Fuente: ABC blogs, Mayo 2015.

¿Cómo tomar café en el espacio?

Seguro eres de los que todas las mañanas llegan a la oficina y corren por su taza de café para despertar y ponerse a trabajar, pero ¿Y si fueras astronauta?

Desafortunadamente, el manipular líquidos en la Estación Espacial Internacional (EEI) no es nada fácil, debido a la ausencia de gravedad. Si te sirvieran café lo más natural que harías sería inclinar el vaso hacia tus labios, sin embargo cuando intentes tomarlo notaras que se queda pegado a la taza.

Lo que tendrías que hacer, es agitar fuertemente el vaso con el riesgo de que el café saliera volando sobre tu cara. Y no sólo el café se comporta así, otros combustibles líquidos criogénicos como el nitrógeno o dióxido de carbono, el agua potable y la orina también actúa de esta forma.

Para manipular los líquidos en el espacio, el profesor de física Marcos Weislogel de la Universidad Estatal de Portland ha desarrollado un intercambiador de calor de condensación en microgravedad y un dispositivo que separa y controla los fluidos, que permitiría controlar el flujo del café en gravedad cero.

Pero en qué te lo tomarías. El astronauta Don Pettit diseñó el año pasado una taza de café para usarse en el espacio. Las fuerzas capilares en gravedad cero permiten que el fluido circule a través de un canal colocado en la parte superior del vaso que lo conduce hasta la boca, lo que evitaría quemaduras o que el café se derramara sobre tu ropa.

Mira el video y conoce cómo funciona.

Fuente: Revista Quo, Mayo 2015.

Nave rusa Progress M-27M se desintegró al entrar a la Tierra.


El carguero espacial no tripulado Progress M-27M se desintegró este viernes al regresar en la atmósfera de la Tierra sobre el océano Pacífico, una semana después de sufrir una falla en las comunicaciones.

Autoridades rusas esperan que, a más tardar el 13 de mayo, se tengan datos sobre las causas del accidente. EFE / ARCHIVO


"El carguero Progress M-27M dejó de existir a las 05:04 horas de Moscú (02:04 GMT) del 8 de mayo de 2015... Entró en la atmósfera... sobre la parte central del océano Pacífico", señaló la agencia espacial rusa Roscosmos.

Los resultados de la investigación sobre las causas del accidente se presentarán a más tardar el 13 de mayo, cuando la comisión estatal encargada de la investigación complete sus trabajos.

La nave Progress-M27M despegó el 28 de abril desde la base de Baikonur rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) pero se situó en una órbita superior a la prevista por causas que aún se investigan.

Los técnicos del Centro de Control de Vuelos Espaciales realizaron varios intentos de establecer contacto con la nave, pero todos fracasaron.

Una fuente de la industria espacial rusa señaló este viernes a la agencia Itar-TASS que Roscosmos planea ajustar el programa de vuelos a la EEI, debido al reciente accidente de la nave espacial Progress M-27M.



Fuente: El Informador, Mayo 2015.