Hopkins, Budd | Ufólogo y Artista. EE.UU. | Nació en 1931 en Weeling, West Virginia, y se graduó en Arte e Historia del Arte en el Oberlin College en 1953, año en que se trasladó a la ciudad de New York. Prestigioso pintor y escultor, recibió varios premios nacionales. Sus obras se expusieron en museos como el Solomon R. Guggenheim o el Museo de Arte Moderno de Nueva York y en muchos otros centros culturales de los EE.UU. y Europa. Pero un buen día decidió abandonar todo para dedicarse al estudio del fenómeno OVNI, logrando convertirse en investigador del movimiento de los “abducidos” (presuntos secuestrados por extraterrestres). En 1980, año en que publica su primera obra, “Missing Time” [Tiempo perdido], era un personaje casi desconocido entre los aficionados por los OVNIs. Hasta ese momento, los protagonistas de los casos de rapto eran más bien indiferentes o sus experiencias bien podían compararse con vivencias religiosas positivas. Pero, desde el advenimiento de Hopkins, el panorama comenzó a cambiar: sus entrevistados dicen que los alienígenas que los habían secuestrado eran poco o nada comunicativos, fríos e indiferentes, cuando no decididamente siniestros. |
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Hopkins comenzó a interesarse en el tema a partir de una experiencia personal. En 1964, observó junto a unos amigos un pequeño objeto metálico flotando inmóvil en los cielos de Cabo Cod. La experiencia lo llevó a reflejar esta nueva inquietud en algunas obras de la época. Pero no es sino hasta julio de 1975 que empieza a investigar una serie de casos ocurridos en Cod, a los que no les encuentra una explicación convencional. En marzo de 1976 publica su primer artículo ufológico en la revista neoyorquina The Village Voice. Poco después descubre que la niñera de su pequeña hija había visto varios OVNIs sobre una montaña, luego se aproxima un extraño coche blanco y una doble columna de supuestos motociclistas con luces en los cascos y… luego sólo recuerdan volver a sus casas.
En enero de 1977, intrigado por ese supuesto “tiempo perdido” (que le recordaba al caso del matrimonio formado por Betty y Barney Hill), Hopkins decide buscar ayuda para experimentar con hipnosis regresiva. De sus experiencias no surge nada interesante hasta 1978, cuando conoce al veterano ufólogo Ted Bloecher y aAphrodite Clamar, una psicóloga que emplea en sus regresiones la técnica de pedir al protagonista que “imagine estar viendo una película” sobre lo ocurrido. Por esas fechas publica “Missing Time”. Sus casos, si bien poco interesantes, comienzan a concitar la atención de los ufólogos que participan encuentros nacionales organizados por la Mutual UFO Network (MUFON), adonde solía acudir acompañado por señoras que afirmaban haber sido abducidas. Hopkins comenzó a definir las abducciones como “una epidemia invisible”. . En su dirección postal comienza a recibir centenares de cartas de personas que sospechaban haber sido abducidas.
En 1981, con el apoyo de la Fund for UFO Research (FUFOR), nueve de sus testigos fueron estudiados por un psicólogo, quien concluyó que se trataba de personas normales, si acaso algo más inteligentes que la media, aunque con dificultades en su sentido de identidad sexual y en sus relaciones interpersonales. Al poco tiempo Hopkins comenzó a organizar sus primeros “grupos de autoayuda” para abducidos, una práctica que se extendería luego por todos los Estados Unidos (especialmente desde que se sumó a la partida el psiquiatra de la Universidad de Harvard John E. Mack, primer ) . A la vez, comenzó a hipnotizar él mismo a los abducidos. En 1986, el fenómeno de las abducciones extraterrestres fue nota en varios programas de televisión y el tema comenzó a invadir todos los hogares.
En 1987 publicó su segundo libro, “Intruders”, donde presentó por primera vez la tesis según la cual el objetivo primordial de los extraterrestres sería “crear un híbrido extraterrestre/humano”. La historia central de aquella obra (donde se explica cómo los alienígenas utilizarían procedimientos de inseminación artificial, tomarían muestras de óvulos y esperma humanos e incluso removerían fetos híbridos de abducidas embarazadas) se convertiría en una miniserie con el mismo título de la cadena CBS e incluso inspiraría a la mitología de la exitosísima serie “X-Files” [“Los Expedientes Secretos X”, Chris Carter, 1993]. “Intruders” es (compitiendo palmo a palmo con “Communion”, del escritor y “abducido” Whitley Strieber) una de las obras más influyentes jamás escritas sobre abducciones OVNI. Con los beneficios de sus libros, Hopkins estableció la Fundación Intruders, dedicada al tratamiento, consejo y seguimiento de los protagonistas de estos casos. En febrero de 1991, Hopkins recibió una carta de una neoyorkina llamada Linda Cortile, donde le hablaba de un extraño suceso ocurrido cerca del puente de Brooklyn. Hopkins se interesó dada la presencia de dos testigos independientes (policías en servicio) y, con correr del tiempo, la historia se fue complicando: esos policías no eran tales sino... los guardaespaldas del entonces Secretario General de las Naciones Unidas Javier Pérez de Cuéllar, habiendo sido también ellos abducidos esa misma noche... A finales de 1996, Hopkins publicaría su versión del caso en su tercer libro, “Witnessed” [“Observados”], aún inédito en español. |
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