La nave espacial MESSENGER, de la NASA, se colocó exitosamente en órbita alrededor de Mercurio el pasado martes 17 de marzo, aproximadamente a las 9 p.m., hora del Este. Esta es la primera ocasión en la cual una nave espacial marca un hito científico y de ingeniería al orbitar al planeta más interior del sistema solar.
"Esta misión continuará revolucionando nuestro entendimiento de Mercurio durante el próximo año", dijo Charles Bolden, quien es administrador de la NASA y quien estuvo presente en el control de la misión MESSENGER, en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Laurel, Maryland, cuando los ingenieros recibieron los datos de telemetría que confirmaban la inserción orbital. "La ciencia que hace la NASA está reescribiendo los libros de texto. MESSENGER es un fantástico ejemplo de cómo nuestros científicos están encontrando innovadoras maneras de empujar la frontera del conocimiento humano".
A las 9:10 p.m., hora del Este, los ingenieros del Centro de Operaciones recibieron las anticipadas señales radiométricas que confirmaban el apagamiento nominal del motor principal y la inserción exitosa de la nave espacial MESSENGER en órbita alrededor del planeta Mercurio. La sonda MESSENGER (MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry, and Ranging o Nave espacial para el estudio de la superficie, el ambiente espacial, la geoquímica y el cálculo de la distancia del planeta Mercurio), de la NASA, rotó hacia la Tierra a las 9:45 p.m., hora del Este, y comenzó a transmitir datos. Al revisar la información, los equipos de ingeniería y de operaciones confirmaron que la activación del motor principal se ejecutó nominalmente, y todos los susbsistemas informaron una activación limpia y sin errores registrados en la bitácora.
El motor que brinda el impulso principal de la nave MESSENGER se activó durante aproximadamente 15 minutos, a las 8:45 p.m., reduciendo de este modo la velocidad de la nave espacial en 3.104 kilómetros por hora (1.929 millas por hora) y permitiéndole así entrar en la órbita de Mercurio que se tenía planeada. El encuentro tuvo lugar a alrededor de 154 millones de kilómetros (96 millones de millas) de la Tierra.
"Lograr una órbita alrededor de Mercurio es, por mucho, el hito más grande desde que la sonda MESSENGER fue lanzada hace más de seis años y medio", dijo Peter Bedini, quien es el administrador del proyecto MESSENGER en el Laboratorio de Física Aplicada (APL, por su sigla en idioma inglés). "Este logro es el fruto de una tremenda cantidad de trabajo llevado a cabo por parte de los equipos de navegación, los equipos de guía y control y los equipos de operaciones de la misión, que encaminaron la nave espacial en su travesía de 7.900 millones de kilómetros (4.900 millones de millas)".
Durante las próximas semanas, los ingenieros del APL se concentrarán en asegurarse de que los sistemas de la nave espacial están todos funcionando correctamente en el duro ambiente térmico que existe en Mercurio. A partir del 23 de marzo, los instrumentos se encenderán y serán puestos a prueba, y el 4 de abril comenzará la fase científica primaria de la misión.
"A pesar de su cercanía de la Tierra, el planeta Mercurio ha permanecido comparativamente casi inexplorado durante décadas", dijo Sean Solomon, quien es investigador principal de la misión MESSENGER, en el Instituto Cargenie de Washington. "Por primera vez en la historia, un observatorio científico está en orbita alrededor del planeta más interior del sistema solar. Los secretos de Mercurio, y las implicancias que éstos conllevan para la formación y la evolución de planetas similares a la Tierra, están a punto de ser revelados".
El APL diseñó y construyó la nave espacial. El laboratorio administra y opera la misión para el Directorio de Misiones Científicas de la NASA, en Washington.
No hay comentarios:
Publicar un comentario