miércoles, 2 de febrero de 2011

“Trabajadores del Área 51 afirman que trabajaron con tecnología extraterrestre”

Por Francisco Felipe Guzmán, 31 de enero de 2011 David Benito
David Benito, autor de “Área 51” se adentra, a través de su nueva obra, en la historia de la base militar estadounidense más famosa construida en los años 50 y que se creó en un primer momento, para hacer frente a la amenaza armamentística de Rusia. Más de 5 años de investigaciones sobre la que seguramente es la zona militarizada con acceso más restringido del planeta.

Relatos sobre encuentros con antiguos trabajadores, lugareños residentes en las inmediaciones del desierto de Nevada, desarrollo de nuevas tecnologías y la eterna teoría de la conspiración que asegura, que en este lugar situado en medio del desierto de Nevada, se han producido contactos directos con tecnología extraterrestre.

Benito, también director del programa radiofónico “La zona oculta”, desvela algunos de los acontecimientos más relevantes que se recogen en su nuevo libro, “Área 51”.

PREGUNTA: ¿Cuál fue el nivel de dificultad que encontró y cómo fue la búsqueda de información y de documentación sobre un emplazamiento, cuya existencia fue negada durante muchos años por el propio gobierno estadounidense?

RESPUESTA: Fue una búsqueda bastante tediosa debido a que no existía bibliografía en castellano y encontrar alguno de esos libros que tratasen el tema, en España resultó imposible. Visitas a los aledaños de Área 51, charlas con lugareños, entrevistas con diferentes investigadores y periodistas expertos en la materia, libros, artículos de prensa… hasta ahí todo transcurrió con normalidad. Pero en el momento que contacté y entrevisté a antiguos trabajadores que han llevado a Área 51 a los tribunales, comenzaron las dificultades. Cada vez que nos enviábamos correos electrónicos —no fue algo aislado sino que sucedió en varias ocasiones—, mi cuenta de correo se volvía «loca». Siempre coincidía cuando contactaba con Mister W, quien me reveló importante información para la elaboración del capítulo «El humo de la muerte».


P: La base militar surgió para hacer frente al poder armamentístico ruso de la época. A partir de ahí se desarrollaron nuevas tecnologías ¿Cuáles fueron algunos de los principales inventos y experimentos que tuvieron lugar allí?

R: Ante los fallidos programas de espionaje estadounidenses, éstos se vieron obligados a desarrollar un avión que fuese capaz de sobrevolar el espacio aéreo soviético a grandes altitudes y evitar, por un lado a los radares enemigos y, por el otro, el fuego antiaéreo. El Lockheed U-2 encabezó la lista de aeronaves desarrolladas en Groom Lake. El SR-71, A-12 o el F117 fueron algunos de los aviones que marcaron el devenir de las instalaciones, siempre y cuando nos acojamos a la historia oficial. Si nos atenemos a otro tipo de historias, el abanico de posibilidades sobre tecnología —procedente de la Tierra y de fuera de nuestro planeta— desarrollada se hace inmenso…

P: ¿Qué son los proyectos negros de los que se habla en Área 51?

R: Son proyectos que para los mortales «no existen». Se trata de proyectos altamente clasificados que están financiados con fondos reservados. Incluso los propios trabajadores de Área 51 tan solo tienen acceso a la parte que necesitan conocer para realizar su trabajo. Dentro de cada proyecto también existen niveles de clasificación. En este tipo de lugares, muy pocas (personas), por no decir prácticamente ninguna, conocen todas las actividades que se están desarrollando.

P: ¿Por qué se eligió el desierto de Nevada, un lugar tan inhóspito? ¿Fue una elección estratégica? ¿Por conveniencia? O ¿Por qué allí ocurrió algo que el Gobierno no quiere que se sepa?

R: En un principio ni tan siquiera se barajó Groom Lake como posible ubicación para las instalaciones, pero después de un amplio estudio del terreno —se trata de una auténtica fortaleza natural— y haber sobrevolado buena parte de Estados Unidos en busca del lugar adecuado, se decidió que Groom Lake englobaba todos los requerimientos necesarios. El hecho de que estuviera ubicado en Campo de pruebas de Nevada (NTS) supuso un inconveniente debido a que los trabajadores podrían resultar afectados por los restos de polvo radiactivo. Después se llegó a la conclusión de que aquello lograría ocultar todavía más las instalaciones. Cada vez que iniciaban un nuevo desarrollo pensaban en otros lugares, pero Área 51 finalmente terminaba siendo la mejor opción.

P: En la portada del libro aparece la siguiente cita: “Todos los secretos de la base militar más famosa del mundo al descubierto: ovnis, vuelos espías, conspiraciones, programas nucleares…” ¿Cuál es su opinión acerca de la teoría de la conspiración que apunta a la existencia de algún tipo de vida o tecnología extraterrestre dentro de los muros del Área 51?

R: Si tenemos que apoyarnos en documentos oficiales y pruebas que evidencien la existencia de vida o tecnología de carácter extraterrestre en el interior de las instalaciones, tendríamos que decir que todo en Área 51 es muy «terrícola». Para referirnos a la parte «alienígena», hay que moverse en el campo de la especulación basándose en multitud de testimonios de presuntos ex trabajadores que afirman haber estado en contacto con tecnología de otros mundos. Si bien es verdad que unos testimonios tienen mayor credibilidad que otros, existen extrañezas en algunas historias que llevan a pensar que algo muy extraño ocurre en Área 51.

P: Mucha gente cree que algunos de los inventos más relevantes del siglo XX pudieron surgir a partir de tecnología proveniente de fuera de la Tierra. ¿Qué piensa sobre esto?

R: Suele decirse que a raíz del incidente Roswell en 1947, se inició una potente revolución en el campo tecnológico. Ocurre lo mismo que en la pregunta anterior. Oficial no hay nada, todo gira en torno a historias especulativas. Personalmente creo que existen historias que al menos deberían hacernos reflexionar… Algunos intentan buscar explicaciones racionales a toda costa. Cuando se quiere encontrar respuestas hay que buscar e intentar descubrir el origen y no «destruir».

P: ¿Algún antiguo trabajador quiso revelar qué es lo que se hacía dentro de los muros de la base militar?

R: Únicamente aquellos que no han podido demostrar «oficialmente» que trabajaron en la base son los que han contado historias relacionadas con extraterrestres o han revelado lo que presuntamente estuvieron haciendo allí. Por otro lado están los testimonios como el de TD Barnes —antiguo trabajador de la contratista EG&G al que entrevisté y dedico un capítulo en el libro—, que tan solo revela sus actividades en proyectos que ya han sido desclasificados, por lo que nos sabemos si lo que afirman que no existe realmente no existe o, si por el contrario, se trata de información clasificada de la que no pueden hablar. Y por último está el testimonio de aquellos que han llevado a Área 51 a los tribunales y no quieren revelar demasiada información por miedo a reacciones gubernamentales. Se trata de personas que han firmado contratos de confidencialidad y si revelan lo más mínimo —aunque se trate de actividades ilegales— pueden ser multadas con penas económicas y de cárcel. Existe un vacío legal que convierte a Área 51 en un país con su propia ley.

P: Cinco años de investigación le habrá obligado a discriminar mucha información.¿habrá una secuela de Área 51?

R: Más que una secuela, lo que habría que hacer es actualizar la información porque, al contrario de lo que pueda pensar muchos, Área 51 sigue muy «viva» y en constante crecimiento. De hecho, coincidiendo con la salida del libro, han empezados a llevarse a cabo pequeñas remodelaciones en los accesos de la base. Si que os adelanto que hay otras instalaciones menos conocidas pero con historias apasionantes tras sus espaldas a las que llevo un tiempo siguiéndoles la pista… en alguna de esas instalaciones he vivido cosas extrañas.

P: ¿Qué es lo que usted cree que puede haber dentro de los muros de la base militar más secreta del Planeta?

R: Por un lado —mi lado más «terrícola»— se guarda y se ha guardado la más importante tecnología para la defensa de Estados Unidos. Pero no le cierro las puertas a nada y pienso —y deseo— que el futuro nos podrá deparar grandes sorpresas. Suele decirse que: «cuando el río suena…», y en este caso han sido muchos ríos los que han sonado sobre Área 51, o lo que es lo mismo, el lugar donde todo es posible, la Tierra de los Sueños.

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